Nuestro personaje es una niña que juega en su casa una bonita mañana, sin preocupaciones. Pero algo inesperado cambiará el curso de su rutina y de su libertad.
La vieja radio de su casa se enciende sola, como por arte de magia, y la voz que surge del viejo aparato empieza a conducir las acciones de nuestro personaje, y ya no se irá de su vida.
Una clase de danza radiofónica le irá indicando cómo debe ser una niña para llegar a convertirse en la mujer ideal.
A la hora de dormir, un cuento de princesas y príncipes le introducirá en las convenciones que toda mujer esperará de una pareja.
La niña crece y en su adolescencia serán los programas musicales los que le indicarán el estilo correcto para tener éxito.
Y así irá convirtiéndose en una mujer al abrigo de los parámetros que se esperan de ella. A medida que crece las voces de la radio se irán confundiendo con la suya propia: “¿qué haces con tu vida? ¿te has dado cuenta de la edad que tienes? ¿te parece correcto vivir así? ¿no deberías estar pensando en encontrar a alguien?…”
A continuación, un bombardeo de publicidades con falsas promesas conducen a nuestro clown a comenzar una cómica batalla contra el discurrir del tiempo: cremas antiarrugas, programas de belleza, pastillas antiestrés…
¿Qué conclusiones sacará nuestro personaje? ¿Hasta cuándo tendrá sentido esta batalla? ¿Será capaz de encontrar la felicidad que emana del interior o acabará sucumbiendo a la influencia de los parámetros sociales?…