Nos invita a caminar junto a ella por el lado hilarante de la vida, para asomarnos sin miedo a una variopinta colección de abismos cotidianos. Existe el peligro de que los abismos nos devuelvan la mirada, no cabe la menor duda, pero vendrá acompañada de múltiples carcajadas.
Se contempla como un espectáculo cómico y fresco, capaz de convertir el costumbrismo en lengua internacional y de extraer grandes verdades universales de las pequeñas
mentiras que acontecen en el día a día. Un “One Woman Show” plagado de improvisación, que se ríe de los convencionalismos, y de otros tantos «-ismos» que nos podríamos ahorrar.